Este verano, por segundo año consecutivo celebramos una fiesta, por el nacimiento de nuestra Maya y porque sí, que nos apetecía juntarnos con la gente a la que queremos, que le hemos cogido el gusto. Y como todo en la vida se puede mejorar, pues esta vez nuestro amigo Jose empezó a ponerse serio con la construcción de una carpa decente en la que guarecerse en caso de lluvia, que nos protegiese del sol justo a la hora de la comida y que corriese el viento…. y además, que quedase bonita. Y así fue…
Pero no contento con eso tuvimos además, gran sofá de paja y sillas modulares con trozos de leña, pero eso será otro post!
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