Si te levantas una mañana de sábado con la sana intención de meterte un homenaje gastronómico a la brasa y tus proyectos se ven frustrados por una buena nevada, aquí os presento la versión “indoor” de una barbacoa..En mi caso disponía de un lebrillo al cual le eché un par de paletadas de buenas ascuas salidas de la cocina económica; pero cualquier otro recipiente de barro con la boca lo suficientemente amplia serviría.
La fórmula es válida para cualquier otro guisote que se quiera hacer a la brasa, aunque no lo recomiendo si no dispones de un extractor de cocina bajo el cual colocar la instalación..y menos si lo que quieres hacer son sardinas…
Como apunte técnico, recomiendo poner a calentar previamente el cacharro de barro, ya que al echarle las brasas el cambio brusco de temperatura pueda hacer que se raje.
Y poco más…ya no hay excusa para una saludable barbacoa (salvando los colesteroles) por mucho que jarree..
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